La seborrea se debe a la actividad excesiva de las glándulas sebáceas, que producen y secretan sebo en la superficie de la piel. Provoca la rápida grasitud del cabello y contribuye a la formación de otras afecciones como la dermatitis seborreica o la caspa grasa.
La persistente seborrea también puede causar la pérdida excesiva del cabello. Los folículos pilosos se obstruyen con sebo, lo que limita el acceso al oxígeno y, como resultado, debilita y causa la caída del cabello. La predisposición a la seborrea a menudo tiene un origen genético, pero también puede ser resultado de niveles hormonales incorrectos (aumento de los niveles de andrógenos, progesterona). La intensificación de la seborrea se observa especialmente durante la pubertad y la menopausia, a veces también con trastornos del metabolismo. La causa de la seborrea también puede ser el desequilibrio del sistema nervioso, el estrés excesivo, una dieta inadecuada, deficiencia de vitaminas A, E, B2, C o ingesta insuficiente de agua.
En muchos casos, la aparición de seborrea puede ser causada por el uso de productos incorrectos, champús y acondicionadores que contienen agentes que secan la piel, detergentes fuertes que irritan, a menudo provocando deshidratación de la piel y, como resultado, una mayor producción de sebo como mecanismo de defensa de la piel. Por lo tanto, es muy importante que todos los productos y champús utilizados sean suaves para la piel, limpien, regulen y tengan propiedades antibacterianas, sin secar la piel. Es importante recordar que incluso la piel grasa necesita hidratación.
¿Cómo tratamos el cuero graso durante el asesoramiento?
Comenzamos analizando detalladamente tu situación para identificar las causas subyacentes del exceso de grasa en el cuero cabelludo. A partir de ahí, diseñamos un plan de acción adaptado a las necesidades específicas de tu caso.
Además, realizamos análisis de sangre para detectar posibles desequilibrios internos que puedan estar contribuyendo al problema.