Estrés
Este es otro factor a considerar cuando se habla de cabello graso. Demasiado estrés desencadena un proceso inflamatorio en el cuerpo alterando el equilibrio hormonal y accelerando el trabajo de las glándulas sebáceas. Por ello, es importante intentar reducir la tensión emocional con técnicas de relajación y evitando el estrés siempre que sea posible. También es muy recomendable trabajarlo con un psicólogo profesional.
Cuidados capilares inadecuados
Uso excesivo de los champús fuertes
Los champús fuertes eliminan el sebo pero pueden también llegar a resecar el cuero cabelludo. Como resultado, el cuero cabelludo seco va a protegerse produciendo más sebo de lo normal y aquí es donde entramos en bucle lavandolo otra vez para eliminar la grasa.
Comprueba si el chamú que estas usando no es demasiado fuerte para tu tipo de cuero cabelludo.
Evita usar los champús fuertes con mucha frequencia. Usalos solo de vez en cuando para evitar la acumulación. (excepto cueros cabelludos con problemas dermatologicos que necesitan un cuiado personalizado)
Lavar con demasiada frecuencia
Al lavar el cabello se eliminan los aceites protectores del cabello y el cuero cabelludo tiene que producir más grasa para compensar y proteger el cabello, por ello cuanto más se lave más grasa se producirá.
Lavados inadecuados, de una sola vez o utilizar solo champús suaves.
Igual de importante es limitar los lavados como asegurarse que estos sean de calidad.
Un doble lavado (lavar el pelo dos veces con el champú) ayuda asegurarnos de que es cuero cabelludo se ha limpiado correctamente.
Usa dos tipos de champus: un champú suave para el uso a diario y un champú fuerte para uso ocasional.
Presta mucha atención a la hora de enjuagar bien los champús y acondicionadores. Los restos pueden dejar el pelo sucio después de secarse.
Uso de productos inaceduados
Es importante conocer cuál es tu tipo de cabello para poder utilizar los productos que necesita.
Analiza tu pelo y cuero cabelludo y busca productos para tu tipo de cabello.
Uso de mascarillas/acondicionadores/ leave ins desde la raiz.
Aplica los productos de medios a puntas.
Repartir los productos con un cepillo ayuda mucho a evitar las acumulaciones y ayuda a enjuagar bien el pelo.
Mantener el pelo mojado bajo una toalla o un gorro de plástico durante demasiado tiempo.
Si no es necesario, no dejes el pelo mojado bajo una toalla. Exprime el exceso de agua con tus manos y luego con una toalla de algodón.
En caso de los gorros de plástico – el plástico no deja a que la piel respire correctamente. Si lo dejas durante poco tiempo no pasa nada. Pero si tienes el cuero graso, recoge el pelo con una pinza en vez de meterlo bajo un gorro de plástico.
Dormir con el pelo mojado.
Apúntatelo como una regla de vida. Nunca dormimos con el pelo mojado. No solo ayudamos a que las bacterias se reproduzcan en nuestro cuero cabelludo sino también en la funda de nuestra almohada.
No limpiar los accesorios para el pelo.
La higiene es muuy importante a la hora de cuidar el pelo.
Limpia con frecuencia todo lo que toca tu pelo (cepillos, pinzas, toallas, almohadas, gorros etc.)
No secarse la cabeza después del lavado.
Que no te de miedo de la secadora. Además, teniendo problemas con el cuero graso es muy recomendable usarla después de cada lavado (procura no usar el aire demasiado caliente). Si no quieres secarte todo el cabello, limítate a las raíces. Además de reducir la sensación del pelo graso, puede ayudar a obtener más volumen.
Otros remedios para el cuero graso
Si tienes en casa productos demasiado pesados para tu tipo de pelo, aplícalas antes de usar el champú. De esta manera te aseguraras de eliminar todo el exceso y no vas a sobrecargar el pelo.
Usa las arcillas – puedes por ejemplo añadirlas a tu champú o hacer una mascarilla para aplicar también en el cuero cabelludo.
Exfolia con regularidad tu cuero cabelludo.
La mascarilla de levadura fresca aplicada en el cuero cabelludo puede ayudar mucho a regular el trabajo de las glándulas e disminuir la producción de sebo.